Rompiendo límites📼

¡Hola!

Hoy quiero reflexionar sobre la ruptura de lo establecido hasta ahora a la hora de mostrar perspectivas en libros, películas, ilustraciones... para mostrar una realidad cada vez más nuestra.

El otro día me vi entera la serie 'The end of the f***cking world' y me quedé muy sorprendida por el hecho de tener ganas de seguir viendo cada capítulo, la verdad. Trata de dos adolescentes rotos por dentro que deciden huir de todo y sobrevivir por su cuenta. Ambos, un chico y una chica, viven situaciones tensas en casa y tienen un pasado traumático, lo que les empuja a no confiar en nadie y a apartarse de la sociedad. Él declarándose un psicópata que ansía sangre (en concreto la de ella), y ella declarándole la guerra a todos al no sentirse apreciada por nadie. A partir de aquí ocurren cosas muy fuertes, entre ellas un asesinato, pero lo que más me impactó fue el magnetismo de estos dos personajes rotos.

El mensaje que viene a dar la serie, a mi entender, es que somos seres inevitablemente sociales y que por tanto necesitamos afecto, sentirnos especiales para alguien. Ambos están enfadados con el mundo porque se sienten despreciados (ella por su madre que prefiere a su padrastro y por su padre que la abandonó; y él porque su madre se suicidó delante de él cuando era un niño). La cadena de acontecimientos que pasan durante la huida de su mundo es estrambótica y decepcionante en muchos sentidos, pero les ayuda a conocerse mejor, a apreciarse entre ellos y llegar incluso a sacrificarse por el otro.

Con todo esto lo que quiero decir es que últimamente se están rompiendo las barreras de lo establecido como 'correcto' con el fin de replantearnos distintas realidades. Podríamos decir que es una versión moderna de 'Bonnie and Clyde', pero trasciende más que eso al centrarse en el aspecto psicológico del individuo en una sociedad encorsetada y zombificada que tiende a la satisfacción individual en un corto periodo de tiempo, algo que fortalecen las nuevas tecnologías. El esfuerzo no se tiene en cuenta como base del éxito en todas las fases interiores que permiten la realización personal; en esta nueva generación los números son prioritarios y las personas son simples sumas (calificaciones, ganancias por trabajar...). Es en este mundo que se está despersonalizando tanto que tienen cabida historias como las de estos adolescentes que buscan desesperadamente ser especiales.

También vi un vídeo de un psicólogo (no recuerdo el nombre) en el que hablaba precisamente de esta nueva realidad de adictos a las nuevas tecnologías. Es un problema en el sentido de que las relaciones personales, de tú a tú y cara a cara, se estén debilitando cada vez más. Nos guiamos por la adictiva dopamina que nos producen los mensajes y los 'me gusta' sin darnos cuenta de que dejamos de dedicar tiempo de calidad a las personas que tenemos al lado y que merecen la pena. Precisamente los protagonistas de la serie que he mencionado más arriba no tienen móvil, él nunca ha tenido y ella lo rompe cuando una compañera que tiene al lado le envía un mensaje. Es un claro ejemplo de que estos personajes ven las nuevas tecnologías como otro factor que les hace ser despreciados.

Una sociedad en la que al individuo le interesa más la opinión de los desconocidos que de la gente de su entorno está abocada a la despersonalización total, a la creación de un falso alter ego que produce una dosis de satisfacción a corto plazo y una tendencia a la depresión a largo plazo. Pero esta situación supone dinero para muchos y como en esta sociedad priman los números, como he dicho, la rueda seguirá girando y girando hasta que llegue un punto en que se rompa. Cada día hay víctimas de esta situación edulcorada por los interesados, y cada día la humanidad se hace tristemente menos humana, menos cercana...

Podríamos pensar en que un día nos daremos cuenta y que nuestra humanidad primará sobre las ganancias de unos pocos, pero hoy por hoy parece una utopía.

He aquí mi reflexión.

Un saludo,
Elena.