lunes, 3 de julio de 2017

El amor ficcionado y los estereotipos👽

¡Hola!

En esta ocasión voy a hablar sobre la presentación general del amor en el mundo literario, así como audiovisual (guiones, también literatura dramática, pese a quien pese), y los estereotipos como fichas del mundo ficcional y publicitario.

Romeo + Juliet (1996)


En cuanto al amor ficcional, hay la tendencia a presentarlo como un "sin ti no puedo vivir", el claro "sin ti no soy nada" que cala verdaderamente en la gente y que acaba extrapolándolo a su vida real. Es una vertiente dramática, podría decirse que shakespeariana (Romeo y Julieta, aunque se basara en una leyenda) en la que nadie debería sumergirse. Es posible que en cierto momento se llegue a pensar esa absurdez, pero luego el amor propio y la sensatez han de abrirse camino, hemos de actuar como personas maduras y promover que la sociedad esté educada para la distinción del recurso ficcional de la vida real.

Escena del balcón de Romeo y Julieta (1884) de Frank Dicksee
Con todo esto quiero decir que lo que leemos y vemos tiende a forjar el comportamiento que se tiene en las relaciones hoy en día, un grave error. Si el guionista pone por conflicto el ataque de celos, no hay que tomarlo como muestra de amor (sería de "propiedad"), sino como un recurso utilizado para llegar al clímax de la historia, o a uno de ellos si hay varios.


Una mente madura, como digo, comprende todo esto, pero un adolescente, por ejemplo, puede que no y al extrapolar esto a su vida cotidiana puede desembocar en comportamientos sexistas así como tener baja autoestima por un rechazo, entre otras situaciones nada deseables. Por ello creo necesaria la educación en las aulas al respecto, el presentar (como profesora de literatura española, en mi caso) las historias como realidades ficcionadas, alejadas de la realidad. Podría incluso hacerse una asignatura al respecto para inspirar en institutos mentes abiertas. De no hacerse, le presentamos al individuo indefenso una cantidad de ideas que venden bien en pantalla y librerías, pero que suponen un camino de espinas.


Podría asemejarse a Superman, pues siempre hay que aclarar a los niños que no es real, que ellos por ponerse una capa no podrán volar, de lo contrario, las consecuencias pueden ser terribles. Aplicándolo al amor: en la ficción es todo extremo y enfermizo, un sin ti me muero drástico; en la vida real ha de ser un "podría vivir sin ti, pero prefiero estar contigo" (Santandreu en Las gafas de la felicidad lo explica muy bien).


¿Por qué me voy por estos derroteros? Sencillamente porque creo que es un error educar a la sociedad con esteriotipos de ficción (ojo, que yo también los utilizo, pero porque lo entiendo como una ficha del juego). Opino que habría que invitar a distinguir realidad de ficción, así se evitarían muchas actitudes derrotistas y catastrofistas en temas pasionales amorosos.

Jennifer Lawrence (2017): izquierda, sin retocar.

Siguiendo por este camino, también podríamos entrar en los estereotipos físicos impuestos por descripciones del todo voluntariamente exageradas o por retoques fotográficos inverosímiles (como dijo Jennifer Lawrence: la gente tiende a compararse a fotos retocadas, que no corresponden a persona reales). Habría que hacer hincapié en que es una realidad distorsionada que responde al lenguaje ficcional e imaginario publicitario para evitar problemas alimenticios y psicológicos derivados de ellos; una situación cada vez más común, por desgracia.

Retoque hecho por @sarashakeel

Así pues, dejemos claro que en cada juego se juega con unas cartas, y que las de la ficción y la publicidad no son reales así como inimitables (por rozar lo enfermizo). Siempre habrá excepciones, por supuesto; fragmentos en las mismas novelas que podamos tomar de ejemplo, por eso mismo hay que educar a la sociedad para que sepa diferenciarlos.


¡Cazad muchas quimeras!😉

PD: Creo en el amor, por supuesto, en todos sus tipos, pero entendido como respeto mutuo y lejos de ficcionalismos propagandísticos.

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